lunes, 14 de noviembre de 2016

Relatos de un tutor en el CUA

Relatos de un tutor en el CUA

por Milagro Caba Méndez




Debo admitir que ha sido una experiencia desafiante ser tutora del taller “Razonamientos para la vida “en el CUA de la UPR en Cayey. Nuestros estudiantes tienen unas características que los hacen ser: curiosos, innovadores, extrovertidos, jocosos, etc. Cada uno tiene una personalidad distinta, pero todos tienen un mismo fin, desean comerse al mundo. Como tutora, tengo el deber de guiar a estos jóvenes a que refuercen los temas elegidos, acorde a los Estándares y Expectativas del Departamento de Educación. Para cada sábado, mis compañeras de trabajo y yo nos las ingeniamos para crear actividades que sean de su agrado y que, a la vez, el estudiante aprenda del tema 

seleccionado para ese día. Una de las actividades que más me gustó del primer ciclo fue “Twister” acoplado a las matemáticas. Belmarí y yo lo creamos utilizando una cortina de baño y sustituimos los círculos en figuras geométricas. Los estudiantes se lo disfrutaron en cantidad y hasta yo fui cómplice de esta aventura. Pienso que si nos involucramos más en las actividades, los motivamos a que realicen un mejor
trabajo. Otra actividad que me gustó del primer ciclo fue el día en que decidimos salir de los salones y refugiarnos en la sombra de un árbol cerca de la fuente de la Plaza San Agustín. Ese día, se les llevó una corcha para que el pasto no les molestara y utilizamos pizarras portátiles para realizar los problemas verbales. Algunos estudiantes se treparon en el árbol, otros solo querían dormir por lo cómodo de la corcha, pero al final, todos trabajaron y completaron los ejercicios asignados. Salir de la monotonía de un salón e ir al aire libre creó un ambiente de tranquilidad y participación que no se compara con el de un salón de clases.


En el segundo ciclo, la actividad que más me gustó fue la del primer sábado. Luego de realizar la pre prueba, tuvieron que completar una sopa de letra, con palabras relacionadas a los temas y dibujar los tipos de triángulos con pintura. Tutores y estudiantes se involucraron en dicha actividad y se familiarizaron con los temas que discutiríamos en los próximos sábados. A estos jóvenes les encanta trabajar con manualidades y que mejor que mezclar las matemáticas con el arte, utilizando la pintura como instrumento para expresar sus ideas.  Hubo un estudiante que utilizó su imaginación y creo un “Transformers” con figuras geométricas. Otros simplemente las dibujaron con colores llamativos y hasta los tutores fueron parte de esta actividad. 

Además de ser tutora, me gusta hablar con los estudiantes sobre temas que surgen en el transcurso del taller y hubo un día que uno de ellos se acercó a mí, debido a que estudio Química, a comentarme que realizó un experimento para su clase de
química. Tuvo que crear un medidor de pH casero y curiosamente al tiempo, el Circulo de Quimica les ofreció una charla. Me sentí contenta que tuvieran esta oportunidad debido a que diariamente realizamos procesos químicos y que mejor para estos jóvenes tan curiosos despertar el interés de ver más halla las cosas que realizamos. En fin, ser parte del CUA me llena de felicidad. Saber que aporto un granito de arena en la formación de estos estudiantes como entes independientes y pensantes, me motiva a dar lo mejor de mí para que ellos puedan ser mejores personas cada día.